La TCI (Transcomunicación Instrumental) es un conjunto de técnicas que permiten la presunta comunicación con personas fallecidas y captar voces o imágenes a través de instrumentos electrónicos de uso corriente. Decenas de miles de personas en todo el mundo buscan, con una simple grabadora, lograr el ansiado contacto. Otros, han sido testigos de llamadas telefónicas que atribuyeron a personas muertas. Los menos han conseguido mantener conversaciones a través de radios o construir equipos electrónicos especialmente diseñados.
Este libro es un recorrido por las más sorprendentes investigaciones llevadas a cabo en todo el mundo, la descripción de las más conocidas técnicas de experimentación y los más recientes análisis de voces e imágenes anómalas.
En este blog incluiré artículos, noticias y novedades que se vayan produciendo relacionadas con la TCI.

Carlos G. Fernández

martes, 31 de julio de 2007

Extractado del Capítulo I "VOCES DE OTRO MUNDO"

Está atardeciendo y el matrimonio se sienta en la cama donde dormía su pequeña hija fallecida. El cuarto se encuentra tal y como estaba cuando la niña vivía, con la única diferencia de que sobre la mesa, junto a una fotografía suya, hay una grabadora de casete.

Como cada semana, los padres se disponen a intentar captar la voz de su pequeña con la intención de conseguir registrar su voz en la cinta magnetofónica. Comienzan a grabar y hablar en voz alta pidiéndole que se comunique con ellos, para que les de una señal de que se encuentra bien. Minutos después rebobinan la cinta y escuchan atentamente a través de unos auriculares. Nada se oye, y lo intentan otra vez. Y repiten esta sencilla técnica hasta que un día creen oír una débil palabra, enmascarada por el ruido de la grabación. Una débil voz pronuncia «mamá». La escuchan una y otra vez hasta convencerse. El «contacto» ha comenzado, y los padres en duelo repetirán esta operación cada vez que necesiten recordar que su hija está viva en algún otro lugar más allá de la vida.

Esta escena se repite miles de veces cada día en distintos lugares del planeta, cifrándose en alrededor de 70.000 personas de una treintena de países de Europa y América las que utilizan este método como un medio para aliviar el dolor del luto que produce la pérdida de un ser querido. Miles de personas están convencidas de que detrás de este fenómeno llamado psicofonías se encuentra un método de comunicación con personas ya fallecidas, donde una simple grabadora sirve de enlace para el anhelado contacto.

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Contactos con el otro mundo

Quizás es la falta de certezas y la difícil aceptación de hechos irreversibles como la muerte - más aún cuando se producen de forma prematura o traumática- lo que impulsa a las personas a intentar contactar con sus seres queridos. Y esto no es nada nuevo, ya que la práctica totalidad de las sociedades humanas han utilizado los más diversos métodos -sueños, drogas alucinógenas y otro medios similares- para ver, oír o sentir a quienes han dejado ya este mundo.

Pero las psicofonías surgen como un medio distinto de enlace para esta pretendida comunicación. Y no solo porque ofrecen una «evidencia» independiente de los sentidos (las voces quedan registradas en una cinta de audio, que difícilmente puede alucinar), sino también porque no necesita más intermediario que una sencilla grabadora. Así, las psicofonías no necesitan de chamanes, ni médiums ni gurús. Ni mucho menos de embaucadores o estafadores que se presenten como tales.

Las voces psicofónicas son solo una parte de un conjunto de fenómenos llamados «paranormales» que son interpretados como una comunicación con el otro mundo donde el medio de enlace es un aparato electrónico. Así, los supuestos contactos con el más allá se producen -aunque con menos frecuencia- también a través de la radio, donde las voces hablan directamente, pero también por medio de llamadas telefónicas, mensajes en ordenadores y a través de imágenes logradas en pantallas de la televisión. Desde hace unas décadas se ha dado en llamar a este conjunto de fenómenos paranormales interpretados como una suerte de comunicación con otros planos de existencia, y muy especialmente con personas ya fallecidas, con el nombre genérico de Transcomunicacioón Instrumental (TCI).

La TCI es mucho más que la creencia en un contacto con el más allá, es una forma de entender la vida y es también un incipiente movimiento filosófico y social. Muchos miles de «transcomunicadores» están adscriptos a diferentes grupos y asociaciones, donde se editan boletines para conocer las últimas técnicas y hallazgos, organizan reuniones y seminarios prácticos para utilizar esta técnica de contacto, e incluso algunos inventores se han lanzado a desarrollar equipos especialmente concebidos para una mejor comunicación.

Solo en Brasil, los socios de las diferentes asociaciones de «transcomunicadores», superan ampliamente el millar. En América existen asociaciones y grupos de apoyo en E.E.U.U., Chile y Argentina, aunque con socios por todo el continente.

En Europa, la asociación francesa Infinitude -creada por Monique Simonet y Jacques Blanc Garin- cuenta con nada menos que 1.700 socios que buscan en la comunicación a través de la TCI un consuelo ante la pérdida de un familiar querido. Organizaciones similares han surgido en Italia, Bélgica y otros países de la Europa Occidental. En Estados Unidos, y por extensión en buena parte del mundo anglosajón, el estreno a principios de 2005 de la película White Noise ,(Más Allá) disparó el interés por este medio de presunto contacto con el mundo de los fallecidos. Así la American Association of Electronic Voice Phenomena (AAEVP) -presidida por el matrimonio formado por Tom y Lisa Butler- recibió decenas de miles de correos electrónicos cuando antes la entidad contaba con apenas 400 socios.

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Un fenómeno útil

Miles de personas en todo el mundo se lanzan a la búsqueda de un contacto, pero ¿de quién son esas voces? ¿Pertenecen realmente a personas fallecidas? ¿Cómo suenan? ¿Qué dicen? ¿Cómo se graban? ¿Qué fiabilidad tienen?

A través de estas páginas no encontrarán solo un puñado de experiencias personales. Mi papel en esta investigación desde el principio fue el de un observador crítico, conocedor de los aparatos y tecnologías que se utilizaban, y esencialmente motivado por conocer un fenómeno que hasta ese momento poco había investigado, sin necesidad de establecer en lo personal ningún contacto. Este libro recoge esas experiencias, pero también incluye las de otros muchos investigadores que a lo largo de más de un siglo han sido testigos y protagonistas de hechos sorprendentes. Pretende además, analizar las causas y efectos en las personas y en las máquinas, y repasar los últimos descubrimientos que la informática y la técnica han aportado al estudio de las voces paranormales, especialmente en la última década. A través de estas páginas habrá tiempo de repasar la información que aportan las voces y dibujar un perfil de cómo es ese mundo donde aparentemente viven las personas fallecidas.

Y no sería un trabajo completo si no se incluyeran en estas páginas las nociones básicas para experimentar en este apasionante fenómeno, siempre bajo la premisa de que se trata de técnicas accesibles, no excesivamente costosas, y lo más importante: no necesitan intermediarios.

Por este motivo, el lector encontrará un capítulo dedicado a conocer las claves básicas de la experimentación, que en todo caso constituye la mejor herramienta para juzgar este fenómeno. También habrá tiempo de conocer las investigaciones en curso, no solo en la pretendida comunicación a través de voces, sino también de imágenes, y de analizar todas las claves que hasta el momento se conocen sobre estos fenómenos...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carlos, he oido hablar de usted en el programa Milenio3 en Cadena ser (España), sobre su libro "voces de otro mundo". Tengo guardada una experiencia personal que viví hace 5 años (durante todo un verano)en la que me comuniqué con unas "voces" que surgieron cierta noche,cuando mi casa quedó en silencio. "Sacame de aquí" "Quiero salir de aquí" fué lo primero que oí, y me pareció que era en la calle, así que me dormí... un tanto extrañado. Mi sorpresa fué al día siguiente que vuelvo a oir lo mismo.. bastante bajo pero se oía... alargando la última sílaba "Déjame salirrr", pensé -¿quien eres?- y automaticamente escuché: -¿Y Quién eres tú?, me dí la vuelta rapidamente en la cama asustado y con la cara en la almohada escuché: -Tiene miedo, y unas risas..
Así comenzó y mi curiosidad pudo con el miedo de los primeros días, y llegué a escuchar cosas increibles.. Compré tapones para dormir auque no logré sino escuchar más claramente, como si surgieran de mi cabeza!!! Música, una mujer cantando Opera, "Costa Rica Españool" Gente sufriendo y muchos perdidos,seres de luz y oscuros. "Aquí hay buenos y malos" decían. Al final tuve que pedir ayuda (espiritual)porque estaba totalmente fascinado. Tengo ahora 37 años y me considero una persona integra, y esto que pasó ha cambiado la percepción que tenía de la vida, soy consciente de que estamos rodeados de cierta energía inteligente, que influye en nosotros más de lo que podría creerse, muchas de las cosas que oí ya las he olvidado, y solo recuerdo lo más impactante. Gracias por su tiempo y si le interesa saber algo más, mi correo es atentoypunto@hotmail.com

Reciba un afectuoso saludo
Att. José M.O.

albertos dijo...

Reciban mi cordial saludo. Soy colombiana. Quiero compartir mis experiencias extrañas que me han sucedido y por ello estoy confundida. Ocurre que cuando contaba como con 5 años de edad, vivía con mis padres en una finca, no había energía y por la noche a la hora de acostarnos en algunas ocasiones en la oscuridad yo veía un cajón de madera con rodachines en la base como de un metro de alto sin tapa en la parte superior, semejando como un corral para tener allí a los bebés. Este cajón no tenía ningún bebé pero daba la vuelta a mi cama pasando muy cerca por lo cual me daba mucho miedo ubicándome en todo el centro de mi cama para evitar que este cajón me alcanzara a tocar. luego de hacer estas vueltas el cajón se retiraba de mi habitación saliendo por la puerta.

Otra experiencia fue la que me ocurrió como en el año 1996 cuando fui invitada con mi familia a una casaquinta fuera de mi ciudad natal. Llegamos a esa casaquinta y nos reunimos por la noche todos los familiares y amigos invitados y empezamos a tomar licor. Al poco rato de haber compartido me sentí cansada y como mareada, entonces me retiré y me fui para una de las habitaciones donde sabía que allí había estado una tía que había fallecido. Me acosté en la cama donde ella había dormido y caí como piedra. A los 20 minutos sentí que esta tía me cogía por la espalda y me empujaba para que me levantara de manera insistente. tuve que levantarme con sueño y cansada y me fui nuevamente a reunirme con todos los familiares que se encontraban departiendo.En ese momento no sentí miedo pero me dejó este episodio muy confundida.

Otra experiencia fue en el año 1.997 cuando compartía con mis familiares y amigos un asado, tomamos cerveza y con el agetreo y los efectos de la cerveza sentí cansancio y sueño y subí a mi habitación y me acosté a dormir. A la media hora de estar dormida oí que dos mujeres me llamaban, me desperté y miré hacia la ventana que daba al patio de ropas y estas damas estaban paradas en el techo, pues se trataban de la ex suegra y ex cuñada de mi hermano, quienes pretendían que yo me subiera a la ventana y pasara al techo. Yo me dispuse a levantarme de mi cama para subirme a la ventana para irme con ellas, cuando en ese instante llegó a mi habitación mi esposo y evitó que hubiera ocurrido una fatalidad.

En el año 2.005 viajaba de la ciudad capital para mi ciudad natal en compañía de dos sobrinos de mi yerno, uno de ellos tenía que hacer escala en un pueblo para realizar unas diligencias y se nos hizo tarde para seguir viajando; entonces le insinué que nos quedáramos en una casa de veraneo y que más bien madrugáramos para viajar temprano. Aceptó mi propuesta y nos fuimos para la sede social nos tomamos cada uno dos cervezas y compramos 6 para llevar para la casa porque todo parecía indicar que se avecinaba un torrencial aguacero. Ya en la casa nos tomamos las cervezas y nos acostamos, se fue la energía, empezó a ventiar fuerte, y empezó a tronar y relampaguear y finalmente a llover torrencialmente. Caí a la cama como piedra. Dormida escuché que alguien me llamó, me levanté en la oscuridad, abrí las puertas de la casa salí y ví a un señor vestido de blanco como con traje hindú, alto, contextura de atleta, pero como las ramas de los árboles se mecían con el viento no podía verle la cara, de todos modos él iba adelante y yo atrás como a unos cuatro metros de distancia, cuando ese señor se encontraba al otro lado del portón de entrada a la casa de veraneo, hizo un trueno muy fuerte y un relámpago y me dije toda lavada ¡Dios mío! yo qué estoy haciendo aquí. Ví que el señor se desapareció, entonces yo me regresé para la casa, me quité la ropa mojada y me acosté a dormir. No sentí miedo.
Estas son las experiencias que me han ocurrido y que me tienen confundida.
Agradezco su valioso tiempo que dediques para leer mis experiencias, como tambien le ruego me des un concepto al respecto.
Mil gracias hasta pronto. Dios los bendiga.

Anónimo dijo...

exelentes relatos muy bueno atrapante ,lo felicito al autor ,a quien conozco personalmente un fuerte abrazo don carlos g fernandez ,le deseo mucha suerte y esperamos pronto su visita a argentina .mi nobre es jose antonio carrero un dueños de la empresa cf electronic argentina mi mail es josetony5@hotmail.com un fuerte abrazo a su familia y sobrino .. chauuu tony

Unknown dijo...

Hola Carlos, soy de argentina y estoy buscando el libro por todas partes sin suerte. Realmente me encantaria poder tener la posibilidad de leerlo. No sabes donde lo puedo conseguir. Muchas Gracias y saludos. Diego